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La última iglesia según las profecias

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1La última iglesia según las profecias Empty La última iglesia según las profecias Dom Feb 19, 2012 3:15 pm

mario benitez



“y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará” (Mat. 24:12).

En el libro de Apocalipsis encontramos siete mensajes dirigidos a siete iglesias que están en Asía: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Sardis, Filadelfia y Laodisea. Dios tiene un mensaje especial para cada una de ellas, en el mensaje se incluye un parabién, una amonestación y un consejo.

Habría que preguntarnos del porqué en este importante libro profético se incluyen cartas a iglesias que existieron sólo durante el tiempo en que vivió el profeta, ¿qué relevancia tienen estos mensajes para nosotros? Recordemos que Apocalipsis es un libro profético. En sus líneas Dios nos revela el futuro de la humanidad y de la Iglesia, en este contexto; Dios utilizó a estas siete Iglesias para representar los siete tiempos o periodos espirituales que pasarían sobre la Iglesia cristiana, desde la fundación del cristianismo hasta la segunda venida de Jesús.

En este estudio, sólo nos dedicaremos a analizar la situación de la última Iglesia; la iglesia de la Laodisea, ya que las demás, pasan a ser para nosotros historia, aunque no se descarta que la descripción de las iglesias que no tomamos en cuenta se pueda adaptar a la situación en particular de alguna iglesia cristiana en la actualidad.

“Y escribe al Ángel de la Iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la Creación dice esto: yo conozco tus obras que ni eres frío, ni caliente. ¡Ojalá fueses frio o caliente!” (Apoc. 3:14,15).

El mensaje va dirigido al Ángel de la Iglesia en Laodisea, el Señor declara: yo envío mi Ángel delante de ti (Éxo. 23:20), esta promesa es aún para nosotros, como iglesia, al igual que el pueblo de Israel, no estamos solos, Dios va al frente, por medio de su Ángel, acampa a nuestro alrededor y nos protege.

El Ángel representa el Espíritu Santo de Dios, Él nos enseña toda la verdad (Juan 15:26), de esta forma; Dios le muestra la verdad de su situación a la iglesia cristiana a lo largo de su historia. En este mensaje le hace ver sus errores y sus aciertos, así mismo le muestra la solución a los problemas que enfrenta (el que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las Iglesias).


El mensaje del Señor es claro.

• Yo conozco tus obras: Él nos conoce hasta lo más profundo de nuestro ser, a Él no lo podemos engañar (Gal. 6:7), Él sabe todos los pecados ocultos que acariciamos.
• Yo sé que no eres frío ni caliente: Sabe que estamos dormidos espiritualmente, que estamos confiados en nosotros mismos, pensamos que lo que hacemos es suficiente para alcanzar la salvación.
• Ojala fueses frío: Sería mejor para las personas que componen esta Iglesia el estar fuera de la fe, ya que así tendrían conciencia de su necesidad espiritual.
• Ojalá fueres caliente: Mejor aún sería que nuestro desarrollo espiritual fuera pleno y estuviéramos llenos de los frutos del Espíritu.
• Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente te vomitaré de mi boca: La tibieza espiritual es algo que a Dios le causa asco, no le agrada. A lo largo de toda la Biblia Dios reprende a aquellos que aun conociendo la verdad no andan conforme a la verdad.
• Porque tú dices, yo soy rico y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad: Lo peor de todo es que esta iglesia no tiene conciencia de la situación en la cual está viviendo, vive engañada a sí misma, creyendo que el camino que sigue es el correcto, cree ser la mejor de todas, se justifica a si misma por su conocimiento y por sus obras.
• y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo: Esta realidad sólo la ven aquellos que tienen ojos para ver y los que leen y quieren entender.

La mayoría de las Iglesias cristianas en la actualidad están sumidas en una tibieza espiritual, confiadas en sus doctrinas, en sus interpretaciones proféticas, en sus particularidades que las definen de las demás congregaciones. Creen que esto es suficiente, han dejado de un lado el amor al prójimo; el perdón, la ayuda a los pobres, a los huérfanos y las viudas. La religión se ha convertido en un mero formalismo donde pertenecer a una congregación es lo mismo que pertenecer a un club social. El mayor mandamiento se ha olvidado: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este el principal mandamiento. Y el segundo es semejante a este: amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que estos” (Mar. 12:30,31).

• Por lo tanto te aconsejo: Dios no se limita a acusar y a echarnos en cara nuestros defectos, Él nos ama y junto con el problema nos muestra también la solución.
• Que compres de mi oro refinado en fuego para que seas rico: La fe es indispensable en nuestro crecimiento cristiano, por medio de las pruebas, nuestra fe se purifica con fuego y cuando salimos victoriosos nuestra fe es hallada más preciosa que el oro refinado en fuego (1 Ped. 1:6,7). Debemos de ser como los discípulos y decirle al Señor: Señor auméntanos la fe (Luc. 17:5). La verdadera riqueza delante de los ojos de Dios no se basa en las posesiones materiales, se basa en el desarrollo de nuestra fe. Con cuánto gusto el Señor declaró: “en verdad les digo que ni en todo Israel he visto tanta fe” (Luc. 7:9).
• Vestidos blancos para que cubras la vergüenza de tu desnudez: La situación de esta iglesia es en realidad triste; está desnuda, no se viste con el manto de la justicia que nos da Cristo, con el manto de santidad con que nos cubre. Solo cuando nos cubrimos de la justicia que nos otorga Cristo, cuando dejemos de confiar en nuestras obras y reflejemos su carácter, cubriremos la vergüenza de nuestra desnudez.
• Y colirio para ungir tus ojos y puedas ver: Al igual que el colirio, la palabra de Dios limpia nuestra vista y nos muestra los errores que estamos cometiendo. Una de las peticiones de Jesús fue la siguiente: Señor, santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Mientras no estudiemos la palabra de Dios no podremos ver ni discernir la situación en la cual nos encontramos pues “hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte” (Pro 14:12), el Señor no nos juzgará por lo que nosotros creemos es la verdad, seremos juzgados por la verdad, la cual se manifiesta en la Biblia.

El Señor nos reprende y nos corrige porque nos ama. Es tiempo ya de enderezar los caminos torcidos (Luc. 3:5), es tiempo de andar por las sendas antiguas (Jer. 6:16), que el mundo vea el carácter de Cristo reflejado en nuestras vidas. Este es un reto difícil para cualquier ser humano pero no imposible si estamos tomados de la mano de Dios.

Debemos de ser celosos de su palabra, defenderla a capa y espada, no tomando a la ligera sus mandatos divinos, debemos de arrepentirnos de nuestras malas obras. Esto es algo que parece difícil para una persona que ya tiene años en una iglesia, donde siempre le han dicho que lo que hace está bien, que no se preocupe, que va por buen camino.

Que el Señor les bedniga

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